El registro de denuncias y llamadas de emergencia para atender los casos de violencia contra las mujeres bajo el encierro de la cuarentena en Colombia es preocupante.
La realidad es que para muchas mujeres el lugar donde se deberían sentir y estar más seguras es el lugar de mayor amenza: su casa. Desde el 25 de marzo de 2020 cuando el Gobierno Nacional decretó la cuarentena obligatoria, Medicina Legal ha contabilizado más de 9.378 casos de violencia contra las mujeres en los que se reúnen todas las formas de terror: violaciones y abusos sexuales, torturas psicológicas, feminicidios, violencia intrafamiliar, etc. La cuarentena no ha hecho sino potenciar la cultura de violencia machista que existe desde siempre y de la que poco se habla.
Aunque en este panorama de aislamiento obligatorio se han disparado las denuncias y las llamadas de auxilio porque a muchas mujeres les toca quedarse encerradas con sus agresores, esta cultura de violencia machista que se ejerce a un nivel ilimitado, es un sistema que invivisibiliza a la mujer como ser humano y la denigra constamente abusando de sus derechos y excluyéndola de la justicia.
La pandemia no puede ser una excusa para no prevenir, atender y proteger a las mujeres víctimas de violencia sexual.
Por: #LosQueremosPresos